Las zonas grises de 50 sombras de Grey
Nunca he sido muy amiga de los Best-Sellers, no obstante, decidí darle
una oportunidad a 50 sombras de Grey para poder opinar cómo profesional sobre
lo que se transmite en el libro. El mayor motivo para empezar esta lectura
fue la desbordante pasión con la que hablaban todas las mujeres acerca de él.
Así, que entre tanta embriaguez, decidí también darme una vuelta por Twitter
mientras compaginaba la lectura.
Fijaos en este comentario:
Fijaos en este comentario:
·
No nos engañemos, todas las que nos estamos
leyendo o hemos leído #50sombrasdeGrey nos hemos
imaginado a nuestro propio Grey
¿Os parece que todas hemos imaginado nuestro propio Grey?
Cada uno es libre de pensar como
quiera, pero mi labor como futura profesional, es promover y concienciar de
unas buenas relaciones personales. Dentro de este Twitt, podemos
encontrar la idea de amor romántico u/o amor idealizado. Además, se sobrevalora
la etapa del enamoramiento por encima de todo; la pasión por encima de lo
racional. Para la mayoría de humanos, lo
más fácil es quedarse con esto. Genéticamente, estamos programados para el
enamoramiento; se dice que solo dura unos 18 meses. ¿Pero, quién enseña a
mantener la pasión? ¿Quién enseña a amar al amor? Desde luego, 50 sombras de
Grey no.
Tengo que reconocer que me he
quedado en el capítulo 17; no he podido continuar. La protagonista; se desborda
en un amor sin límites y sobrepasa el buen hacer; un tan convencida por un tal
Christian Grey. El mensaje de la autora es claro “ama sin precaución, es igual
en que piscina te tires, no te harás daño, el amor puede con todo”.
Y no deja de sorprendernos: ¿Qué
nos enseña 50 sombras de Grey? En verdad, muchos estereotipos.
· Ninguna mujer merece sufrir por los traumas resueltos de un hombre (y
viceversa). La relación de Christian y Anastacia no parece sana. Hay muchas
dolencias por sacudir y la autora defiende un tipo de relación que va más lejos
de la realidad; nuestras parejas no tienen que pagar por el dolor de otras
relaciones anteriores y debemos ser responsables y empezar relaciones cuando
estamos preparados para amar bien y no antes.
·
Christian Grey fomenta la idea de que el amor debe ser una forma de
posesión reiterando a Anastacia “Eres mía”. El amor debe ser libre, no una
negociación falsa como la de Christian Grey. El dinero influye en cómo se
reparten los poderes. Anastasia es una chica con baja autoestima que ha
idealizado a Christian Grey.
·
Christian Grey cumple con el patrón social de tener un miembro grande.
¿Era de esperar, no? Además, la autora fomenta el papel de mujer sumisa y hombre dominante. Anastacia presenta un rol de niña débil y Christian Grey es un
aparente salvador.
Así, no recomendaría este libro
en absoluto. Sólo en una excepción: leer el libro para encontrar estereotipos
sobre el amor y poder tener más consciencia de lo que no debe ser el amor sano.
Aun así, no vale la pena gastar 17 euros por él.
¿Habéis leído el libro?
¿Qué os ha parecido?
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